Cómo presentarse a un concurso de relatos

¡Buenas a todos! Hoy he decidido crear esta entrada porque me creo con la suficiente experiencia como para explicaros algunas normas básicas a la hora de presentaros a un concurso de relatos. Os voy a presentar ejemplos reales que he encontrado con los que me han llegado, pero por favor, no quiero que nadie se ofenda. Estos apuntes son meramente instructivos, para que caigáis y para que no volváis a cometer los mismos errores, porque al fin y a cabo son pequeñas cosillas en las que envía el relato no cae pero que al que lo recibe le molestan…Así que bueno, allá vamos.

Lo primero de todo, es lo más básico, sigue las bases. La mayoría de la gente en este concurso lo ha hecho, y estoy bastante contenta, pero aún así, ha habido algunas cosas que han fallado. La primera es leer las bases enteras: tener en cuenta el interlineado, el tipo de letra y el tamaño que os pido. Pero más importante aún es seguir lo que se indica respecto al formato: si te pido un pdf es por algo, en mi caso no tengo microsoft office en el ordenador y quería un formato que no me diera problemas para mandarlo al jurado. Lo mínimo si no puedes mandarlo en pdf es escribir en el cuerpo del correo por qué no lo has podido mandar, aunque creo que tampoco tiene mucha excusa si tienes miles de páginas online que actúan como conversores.

Otra cosa básica es escribir lo que se os pide en el correo. En mi caso, el asunto debía ser la categoría del relato, pues buen, os sorprendería la cantidad de gente que ponía como asunto «Concurso de Relatos», «Relatos en la Isla Tintero», «Relato Concurso»  o similares. Por favor, acostumbraros a fijaros en los detalles porque eso me ha causado bastantes quebraderos de cabeza.

Sigo: cuida los nombres de los documentos, porque aunque no sea algo que pida específicamente en las bases, es de sentido común. Imaginaos que todos vosotros llamáis a vuestro relato «relato concurso» y a vuestra plica (el documento con los datos) «datos autor», es imposible organizarlos. Pues eso mas o menos ocurrió con la mitad de los relatos, tuve que abrirlos y leer el título y cambiar el nombre de todos los documentos. Total, un caos. No os cuesta nada llamar a vuestro relato por el título y a la plica como «plica título» y a mí o a cualquier organizador le ahorráis muchísimo trabajo.

No es que vayas a ganar por ser el mejor presentando los relatos, pero al menos te aseguras que no te descalifiquen y lo más importante…un rinconcito en mi corazón 🙂

Ahora algo tan, tan fácil que os vais a tirar de los pelos: revisad lo que mandáis. No hay nada que dé peor imagen que recibir un relato y encontrar en la última página un «Enviado para el II Concurso de Relatos Miguel de Cervantes» o similares. Al menos esforzaros en quitar esa línea. Si yo no os pido pseudónimo no tenéis que ponerlo, y si lo ponéis también doy por hecho que no lo habéis revisado desde que lo enviasteis al concurso de Cervantes. No os cuesta nada echarle un vistazo antes, y de verdad que cambia mucho. Os creeréis que no pero me ha pasado.

Otro asunto de vital importancia es no spam. El correo que envías con tus relatos no es el más apropiado para pedirme que lea tu blog o tu página. Puedes hacerlo si te hace mucha ilusión en un correo a parte, estoy en Twitter también, quizás pueda echaros una mano si me lo pedís…pero colarme así vuestros anuncios no por favor.

Sigamos: pedir que os confirme la recepción. Esto no es que sea un fallo, es más bien cosa mía porque ya me gustaría responderos a todos que ha llegado y que todo está correcto, pero no me da tiempo. Solo os pido que me pidáis que confirme cuando de verdad os haga falta (si pensáis que os puede fallar el correo o algo de eso) y que si se me pasa me disculpéis mil veces.

Por último vuelvo al principio: leed las bases. Está todo explicado en el blog y en las redes sabéis que me tenéis para lo que haga falta. Pero por favor, si podéis darme alguna visitilla aquí en vez de escribirme para preguntar que cuándo acaba el concurso o cuántas hojas son la extensión máxima…os lo agradecería mucho. Sin acritud, de verdad, que es porque soy un poco cascarrabias, pero en el fondo me encanta cuando os acordáis de mí.

Así que bueno, creo que esto es todo. Espero de verdad que nadie se haya sentido ofendido, este post solo lo hago para que tengáis en cuenta estas cosas en las que no se suele caer, porque si las lleváis a cabo ayudáis un montón a quien lo organiza (sobre todo a mí que la cuestión de clasificar y ordenar la hacía toda sola). Muchas gracias por leerme y no dudéis en despotricar sobre mí en los comentarios porque os esperabais algo mejor. ¡Nos leemos!